Las mujeres en la antigua Mesopotamia: reinas y sacerdotisas en un mundo patriarcal
Las mujeres en la antigua Mesopotamia desempeñaban roles diversos y fundamentales en la sociedad. Aquí te contamos más.
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Evolución social y cultural de la mujer
La sociedad en la antigua Mesopotamia era marcadamente patriarcal y, por lo general, las mujeres quedaban relegadas a un segundo plano. Sin embargo, existen diversas fuentes que evidencian un buen número de situaciones especiales en las que, por una u otra razón, las mujeres en la antigua Mesopotamia gozaban de cierta independencia y de significativos derechos.
La vida de las mujeres en la antigua Mesopotamia
En los primeros tiempos de desarrollo cultural en la antigua Mesopotamia, las mujeres disfrutaban de grandes libertades y tenían capacidad de actuación política, jurídica y económica. De acuerdo a los textos cuneiformes de la época, entre el Período Uruk (4100-2900 a.C.) y el Período Dinástico Arcaico (2900-2334 a.C.), hubo mujeres terratenientes, propietarias de negocios, administradoras, burócratas, sacerdotisas, doctoras y, en ciertos casos, reinas o monarcas que gestionan sus propias administraciones.
Durante los posteriores reinados de Sargón o Hammurabi, los derechos igualitarios de las mujeres disminuyeron y se deterioraron aún más tras la caída del Imperio sasánida en el 651 d.C.
Como cualquier otra, la sociedad mesopotámica era jerárquica y el rol de las mujeres estaba definido por esta jerarquía, con las mujeres de la elite en el nivel superior y las esclavas en el fondo. Entre estas dos clases, se encontraban las mujeres semilibres, que no eran completamente libres ni tampoco esclavas, sino “dependientes”. Esas mujeres, por lo general, estaban vinculadas a un templo.
Situación de las mujeres en la Antigua Mesopotamia
El rol de las mujeres en la Antigua Mesopotamia podía variar entre las diferentes civilizaciones, pero en todas predominaba el rol de esposa y madre. Lo habitual era que las mujeres se casaran, tuvieran hijos, los criaran y cuidaran del hogar y de la familia extendida de su esposo.
Las mujeres estaban subordinadas a sus padres, después a sus maridos y, más adelante, a sus hijos. Además, eran clasificadas según su status social y jerarquía, de la siguiente manera:
- Mujeres libres de la nobleza/clase alta (awilatum en acadio).
- Mujeres libres ejerciendo el sacerdocio (algunas conocidas como naditu en babilonio).
- Mujeres administradoras (sakintu en el período Neoasirio).
- Mujeres libres de clase baja (conocidas con diferentes denominaciones).
- Prostitutas y/o mujeres solteras (harimtu en acadio).
- Mujeres dependientes que no pertenecían a un hogar (sirkus en babilonio).
- Mujeres esclavas (amtu en babilonio).
La mayoría de las mujeres que alcanzaron cierto poder e independencia pertenecían a la clase alta y la nobleza. Sin embargo y al igual que el resto de las mujeres, eran consideradas de menor valor que el hombre, por tanto, el hecho de que pudieran tener autoridad sobre los hombres era muy impresionante para la época.
Períodos Uruk y Dinástico Arcaico
Los reinados de Uruk y Dinástico Arcaico pasaron a la historia por otorgar mayor igualdad de derechos para las mujeres. En el periodo de Uruk, las deidades femeninas (Gula, Inanna, Ninhursag, Nisaba, y Ninkasi) eran más veneradas que las masculinas, y a las mujeres se le permitía firmar contratos y pautar acuerdos comerciales.
Durante los tres períodos del reinado Dinástico Arcaico, las mujeres de clase alta disfrutaban de una igualdad de derechos, pero las de clase baja tenían muy pocos o ninguno. En este periodo, el incremento en la producción de alimentos permitió que muchas mujeres pudieran desempeñarse como, panaderas, cerveceras, artesanas, molineras y tejedoras.
Además, se tiene certeza de que dos mujeres gobernaron por derecho propio en esta etapa: la reina Puabi de Ur (conocida por su tumba en el Cementerio Real de Ur) y la reina Kubaba de Kish (la única reina de los sumerios). Ambas mujeres gobernaron solas, sin un consorte masculino. Más adelante, la reina Barag-irnun de Umma gobernó junto con su esposo Gisa-kudu y obtuvo un gran reconocimiento del pueblo.
Período acadio y Ur III
En el Imperio acadio de Sargón el Grande, los derechos de las mujeres fueron mermando debido a que los reinados se centraron en las fuerzas militares. A pesar de ello, Sargón escogió una deidad femenina (Inanna/Ishtar) como su protectora e instaló a su hija Enheduanna (2285-2250 a.C.) como sumo sacerdotisa de Ur.
Babilonios y Asirios
Durante el reinado de Hammurabi, las deidades femeninas fueron relegadas por las masculinas y la conducta de las mujeres fue estrictamente regulada en el Código de Hammurabi, donde se enfatiza su papel de esposa y madre. No obstante, las mujeres tenían labores que hacer fuera del hogar y podían hallar ciertas oportunidades en el sistema patriarcal.
Este mismo modelo se encuentra en los períodos Asirio y Neo-asirio, pero con la salvedad de que las mujeres eran las administradoras principales y las facilitadoras del comercio de telas entre el templo y la ciudad portuaria.
Mujeres persas
Las mujeres persas también gozaban de derechos igualitarios en el Período aqueménida. Por lo general recibían el mismo salario que los hombres, se les permitía viajar solas, poseer tierras y empresas. En el Imperio persa aqueménida, las mujeres eran mejores supervisoras que los hombres, mientras que, en el Imperio aqueménida, en Partia y en el Imperio sasánida podían servir en el ejército y manejar negocios al igual que los hombres.
Aunque muchos de los derechos y privilegios que alcanzaron algunas mujeres eran excepciones, estos hechos dan lugar a grandes reflexiones en los campos de historia sobre la vida de las mujeres.
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Temas:
- Historia Antigua